Delegados de 10 países latinoamericanos participaron en intercambio sobre empleo juvenil y adolescente

El intercambio de experiencias se realizó en seguimiento a los acuerdos de Cooperación Sur-Sur identificados en la Mesa de Cooperación Sur-Sur celebrada en el marco de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil, en julio de 2015 en Brasilia.

Noticia | 12 de diciembre de 2016


Representantes de diez países de América Latina se dieron cita, en San José, para conocer e intercambiar información sobre los programas que se impulsan en sus respectivos países para el empleo de las personas adolescentes y jóvenes.

La actividad también sirvió de marco para discutir sobre estrategias específicas que pueden contribuir a entender y atender los retos específicos de transición escuela trabajo de los adolescentes por encima de la edad mínima de admisión al empleo, pero menores de 18 años.

Los convocados al encuentro son funcionarios de las direcciones de empleo y/o trabajo infantil responsables del diseño o implementación de programas específicos orientados a impulsar el empleo de los jóvenes. Estos delegados compartieron también con representantes del sector de los trabajadores y de empleadores y funcionarios de la OIT, durante los días comprendidos entre el 5 y 8 de diciembre de 2016.

La pasantía e intercambio de experiencias se realizó en seguimiento a los acuerdos de Cooperación Sur-Sur identificados en la Mesa de Cooperación Sur-Sur celebrada en el marco de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil, en julio de 2015 en Brasilia. Con esta actividad, también se dio seguimiento a los acuerdos firmados en la última reunión del Consejo de Ministros y Ministras de Trabajo de Centroamérica (junio 2016).

El esfuerzo es parte de un proceso que se desarrolla en la región con el cual se busca, entre otros aspectos, profundizar en la comprensión de los factores que determinan una transición de la escuela al trabajo exitosa.

En el acto de apertura del encuentro la Directora de la Oficina de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana reforzó el compromiso histórico de esta organización con los esfuerzos orientados a promover el trabajo decente para los y las adolescentes y jóvenes y a prevenir y erradicar el trabajo infantil. “El trabajo infantil y empleo juvenil precario pueden conducir a condiciones de vulnerabilidad, marginalización y privación social –expresó la Directora-. De ahí que de cara al trabajo infantil y al empleo juvenil precario es necesario articular respuestas de políticas que sean coherentes e integrales”

La actividad fue organizada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica, la Oficina de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana y la Iniciativa Regional América Latina y El Caribe Libre de Trabajo Infantil; e incluyó presentaciones de los países, conversatorios, trabajos grupales y visitas a diversos actores para conocer los proyectos que se desarrollan en Costa Rica.

Los países participantes en la actividad fueron: Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Perú y Rep. Dominicana

Algunos datos de la región


• En América Latina y el Caribe hay aproximadamente 108 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, lo cual representa el 18 por ciento de la población total. De ellos, 37 millones sólo estudian, 35 millones sólo trabajan y 13 millones trabajan y estudian. Una proporción muy alta de los que trabajan o trabajan y estudian lo hacen en actividades informales, alrededor de un 56 por ciento.

• De los 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años sometidos al trabajo infantil en la región, 9,6 millones realizan trabajos peligrosos.

• 21 millones de jóvenes ni estudian, ni trabajan. De este total 24 por ciento busca empleo y el resto, 76 por ciento no lo busca. Del total de NiNis que no buscan empleo, 11 millones se dedicaban a quehaceres domésticos, en su gran mayoría (91 por ciento) mujeres jóvenes. Esto posiblemente guarda relación con patrones culturales que limitan la inserción laboral de estas jóvenes.