Servicios de correos y de telecomunicaciones

Los servicios postales transportan correo y paquetes pequeños a destinos de todo el mundo y son, en su mayoría, empresas públicas. Sin embargo, en los últimos veinte años, los operadores postales se han privatizado cada vez más, y se han relajado las restricciones gubernamentales aplicadas a los servicios postales privados. Con frecuencia, las autoridades postales participan asimismo en los ámbitos de las telecomunicaciones, la logística, los servicios financieros y otros ámbitos comerciales. Las operaciones postales conllevan prestar servicios postales nacionales e internacionales – recepción, transporte y envío del correo, servicios especializados de correo, explotación de las instalaciones postales y venta de materiales postales, filatélicos y de correo. La red postal mundial en 2009 se basaba en unas 650.000 oficinas postales y en 5,5 millones de trabajadores postales (de los cuales un tercio eran mujeres y el 20 por ciento trabajaba a tiempo parcial) que prestaban servicios postales en todo el mundo. Existen unos 8 millones de trabajadores postales en total (incluidos servicios privados e informales, y partes de servicios de mensajería).

Los servicios de telecomunicaciones – utilización de teléfonos, comunicaciones por radio y microondas, así como la fibra óptica, los satélites e Internet – desempeñan un papel fundamental en la economía mundial. En 2010, los ingresos de la industria provenientes de los servicios de telecomunicaciones en todo el mundo se cifraron en 1.800 billones de dólares de EE.UU. La fuerza de trabajo total en los servicios de telecomunicaciones se estima en 6 millones, de los cuales el 20 por ciento son mujeres.

Unos 4,5 millones de trabajadores del sector de los servicios postales y de telecomunicaciones están afiliados a federaciones sindicales mundiales. Entre las principales tendencias se cuentan los rápidos avances tecnológicos, la liberalización y privatización, y la proliferación de nuevos servicios de gran valor. El diálogo social desempeña un papel de vital importancia en la elaboración de estrategias conjuntas por los interlocutores sociales encaminadas a mejorar los servicios, con el objetivo común de lograr que todas las comunidades tengan acceso a los servicios postales y de telecomunicaciones, mejorando la eficiencia de la prestación y examinando las perspectivas de la industria. Una cuestión clave en el sector el respeto de la negociación colectiva, y evitar las interrupciones de los servicios postales y de telecomunicaciones siempre que sea posible.