Servicios financieros; servicios profesionales

Las instituciones, los servicios y los productos que integran el sector de los servicios financieros varían de un país a otro, pero por lo general siempre hay un banco central; organizaciones depositarias, por ejemplo bancos, sociedades de crédito a la construcción o cajas y compañías hipotecarias; cooperativas de crédito; seguros y fondos de pensiones; financieros generales; empresas de gestión de tesorería; y otros agentes dedicados a la mediación financiera o a la gestión de activos. Entre los intermediarios financieros puede haber agentes de manejo de las titularizaciones, empresas de inversión, arrendamiento o arrendamiento-venta y entidades de crédito personal o al consumo. En algunos casos, una perspectiva más amplia del sector de los servicios financieros hace necesario abarcar no sólo al sector financiero propiamente dicho, sino también a los servicios empresariales en que se sustenta su funcionamiento.


El sector de los servicios financieros entendido en su sentido más amplio se compone, sea cual sea el país, de tres elementos superpuestos: las empresas financieras (como los bancos) y las autoridades reguladoras; los mercados financieros (por ejemplo, los mercados de obligaciones, valores y divisas) y quienes participan en ellos (emisores e inversores); y el sistema de pagos (en efectivo, por cheque o por medios electrónicos) y quienes participan en él (por ejemplo, los bancos). La interacción de estas partes permite tomar fondos para la inversión o el consumo del ahorro existente en otras partes de la economía nacional, o como viene siendo cada vez más el caso, la economía internacional. Las instituciones financieras se dedican sobre todo a la mediación y a la prestación de servicios financieros, es decir, por ejemplo, a aceptar depósitos, solicitar y conceder préstamos, proporcionar seguros con todo tipo de coberturas y arrendamientos e invertir en activos financieros. Los bancos en la mayoría de los países son los mayores depositarios y proveedores de servicios financieros, pero cada vez tienen más cuota de mercado y más poder otras organizaciones como las aseguradoras y las cajas postales de ahorro. En los últimos diez años se ha erigido de forma espectacular una infraestructura financiera cuyas entidades y prácticas son en conjunto lo que se ha dado en llamar un sistema financiero en la sombra, en el cual entran por ejemplo los fondos de cobertura, los fondos de capital de inversión, los fondos del mercado monetario y los instrumentos especiales de inversión. Muchos observadores opinan que este sistema financiero en la sombra, al margen del marco de control nacional pero en estrecha relación con el sistema financiero regulado, puede que contribuyera bastante al comienzo de la crisis financiera y económica mundial que estalló a finales de 2008.

Dentro del subsector de los servicios profesionales hay particulares, asociaciones, empresas y sociedades de contratistas o consultores que prestan servicios de contabilidad, relaciones públicas, traducción e interpretación, análisis y diseño de sistemas, agencias inmobiliarias, etc.

Las últimas actividades de la OIT relativas a los servicios financieros y a los servicios profesionales se han centrado en los efectos a nivel de empleo de las fusiones y las adquisiciones en los servicios bancarios y financieros, así como en el impacto de la crisis financiera en los trabajadores del sector financiero.