HAI PHONG, Viet Nam (OIT Noticias) – Aunque el cierre de sus fronteras ha permitido a Viet Nam paliar en gran medida los efectos de la pandemia en el interior del país, tras controlar el virus de la COVID-19, el sector de la confección de dicho país sigue afrontando varias secuelas.

El distanciamiento social, la anulación de pedidos y el retraso en los pagos han alterado adversamente el sector. Muchas empresas han tenido que adoptar medidas para mantenerse a flote, en particular reducción de horas de trabajo, recorte de prestaciones y realización de despidos.

Según la Asociación de los sectores textil y de la confección de Viet Nam (VITAS) y la Asociación para la fabricación de artículos de cuero, calzado y bolsos de Viet Nam (Lefaso), más de un millón de trabajadores de los sectores de la confección y la fabricación de calzado y bolsos, de un total de 4,3 millones, han perdido su empleo, al tiempo que muchos otros han tenido que hacer frente a una reducción de ingresos del 40%. En las fábricas se organizaron varias huelgas, a través de las cuales los trabajadores manifestaron su descontento con las decisiones de sus directivos.

Sin embargo, Regina Viet Nam, empresa de confección situada en la ciudad de Hai Phong, que emplea a más de 31.000 trabajadores, ha logrado subsanar las dificultades de la pandemia mundial y mantener la estabilidad de las relaciones laborales en sus cinco fábricas.

"El diálogo social ha evitado nuestro fracaso", señala Nguyen Thi Ngoc Bich, Directora de personal de la empresa.

Camino hacia la supervivencia

De conformidad con las directrices del programa Better Work de la OIT sobre disposiciones laborales durante la pandemia de la COVID-19, la dirección de Regina organizó varias rondas de consultas con representantes sindicales y entabló relación con los trabajadores por medio de varias plataformas.

Esas consultas facilitaron la negociación de contratos relativos a medidas que han permitido mantener el empleo de todos los trabajadores. Entre esas medidas cabe destacar la concesión de bajas parciales remuneradas, la reducción de la cantidad de horas suplementarias y la finalización del trabajo los sábados.

"Para los trabajadores, perder su empleo en estos momentos sería un desastre", afirmó Vu Dinh Phi, presidente del sindicato de la empresa. "Me complace que los trabajadores y la dirección hayan alcanzado acuerdos mediante conversaciones directas para ayudar a ambas partes a superar la crisis."

"Habida cuenta de que Regina Viet Nam afronta su momento más complejo desde que comenzó su actividad en 2014, la comprensión mutua de la dirección y los trabajadores es primordial. El diálogo nos permite afrontar los retos asociados a las relaciones laborales, inevitables durante una crisis de estas características, así como después de la misma", señala la Sra. Bich.

Según una encuesta organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 58 empresas de Viet Nam, más del 60% de las empresas del sector de la producción adoptaron medidas que afectaron a los trabajadores sin consulta previa con estos, o con la única participación de los jefes de dependencia.

Pilar de la recuperación frente a la crisis

En su Marco de políticas para mitigar los efectos económicos y sociales de la crisis provocada por la COVID-19, la OIT destaca el diálogo social como uno de los cuatro pilares de la recuperación.

"El diálogo social entre representantes de los trabajadores y de los empleadores permite a la empresa tomar decisiones ecuánimes con arreglo a las necesidades de los trabajadores, de forma transparente y justa. Dicho diálogo contribuye a mantener la estabilidad de las relaciones laborales en el lugar de trabajo y a reforzar la participación de los trabajadores para mantener la actividad empresarial en la compleja coyuntura actual, que no tiene precedentes", señaló Chang-Hee Lee, Director de la Oficina de la OIT en Viet Nam, y añadió que "comenzar el proceso de diálogo social lo antes posible maximiza su eficacia".

En Viet Nam, el diálogo social se introdujo por primera vez en el Código del Trabajo de 2012 y se promovió en la versión revisada de dicho Código de 2019.

"Las disposiciones en materia de diálogo social del Código del Trabajo de 2019 son mucho más eficaces y pormenorizadas que las de la versión de 2012. Sin embargo, en el plano empresarial, necesitamos directrices específicas para facilitar su aplicación", precisó la Sra. Bich.

El Ministerio de Trabajo, Invalidez y Asuntos Sociales elabora actualmente un decreto, con el apoyo técnico de otro proyecto de la OIT, a saber, el programa relativo al Nuevo marco de relaciones industriales (NIRF), para proporcionar directrices que propicien y faciliten el diálogo social en el lugar de trabajo. Se prevé que dicho decreto, que esperan con gran interés los empleadores y los trabajadores, se publique a finales de 2020.

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Tran Quynh Hoa
Funcionaria de comunicación de la OIT
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