Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Nuestro impacto, sus historias

Las tiendas en línea ayudan a los emprendedores con discapacidad a hacer frente a los retos relacionados con la COVID-19

A medida que la COVID-19 transforma el mundo del trabajo, una formación de la OIT en Indonesia ayuda a las personas vulnerables a seguir siendo competitivas y a mejorar sus medios de subsistencia.

Reportaje | Jakarta, Indonesia | 1 de octubre de 2020
Laura Lesmana Wijaya
YAKARTA, Indonesia (OIT Noticias) - Sentada frente a su computadora portátil, Laura Lesmana Wijaya está concentrada en desarrollar su primera tienda en línea. El portal estará dedicado a promover y vender artículos para el hogar producidos por personas invidentes y sordas de la comunidad.

Hasta ahora, los guantes de cocina tejidos, los manteles bordados y las esterillas realizadas por estos trabajadores se vendían en bazares y muestras, pero Laura tiene mayores ambiciones. “Una tienda virtual puede impulsar la venta de estos productos a través de la comercialización y las transacciones en línea y, al mismo tiempo, mejorar los medios de subsistencia de sus miembros”, explicó.

Las aplicaciones digitales no son nuevas para Laura. Ella está especializada en formar a maestros sordos a enseñar el lenguaje de señas a personas oyentes y conoce una diversidad de aplicaciones digitales.

Laura de 29 años, a su vez sorda, fue una de las 19 personas con discapacidad seleccionadas para participar en dos programas de formación en línea de la OIT: Creación de una aplicación de tienda en línea y Administración de una tienda en línea. La formación abarcó el diseño de tiendas en línea, las diferentes plataformas, las bases de datos, las transacciones y la gestión de los clientes, el inventario y la administración de ventas. Además, se proporciona orientación por parte de consultores empresariales y asesoramiento técnico de programadores.

El objetivo era mejorar los ingresos y crear medios de subsistencia más sostenibles. La difusión de la COVID-19 hizo que la formación fuese aún más pertinente ya que muchas empresas han tenido que cerrar sus espacios físicos.

En total, más de 620 personas provenientes de todas las provincias de Indonesia participaron en los cursos de cuatro meses de duración, que finalizaron en agosto de este año. Entre los beneficiarios, además del grupo de personas con discapacidad, se encontraban empresarios y trabajadores despedidos. 58 por ciento de los participantes eran mujeres. La finalidad de los cursos era proporcionarles las herramientas para crear tiendas en línea, o incrementar sus posibilidades de encontrar empleo en el sector del comercio al por menor.

Los programas forman parte del Proyecto de la OIT Women in STEM (las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas), el cual tiene por objetivo ayudar a las mujeres a encontrar un empleo de calidad y apoyar su desarrollo profesional, en particular en lo que se refiere a la tecnología de la información. Los cursos fueron impartidos en colaboración con la Asociación de minoristas de Indonesia (APRINDO).

La investigación de la OIT ha constatado que las mujeres trabajadoras se han visto afectadas de manera desproporcionada por la crisis por COVID-19, tanto en su trabajo remunerado como en las responsabilidades de cuidado adicionales que han tenido que asumir.

“Las mujeres son más susceptibles que los hombres de perder el empleo, ya que trabajan en los sectores más afectados como el hospedaje, la comida, las ventas y la manufactura”, señaló Santy Otto, responsable del proyecto STEM de la OIT. “Si bien tanto las mujeres como los hombres han perdido sus ingresos, damos prioridad a la asistencia a las mujeres porque son más vulnerables al impacto de la pandemia”.

Laura está de acuerdo en que las mujeres – sobre todo aquellas con mayores obstáculos generados por la discapacidad – pueden ser especialmente vulnerables a los cambios aportados por las nuevas tecnologías. Ella ve en la formación una oportunidad para actualizar sus capacidades y conocimientos y aumentar sus posibilidades de permanecer competitivas cuando la COVID-19 transforma el mundo del trabajo.

“Uno de los motivos por los cuales participé en la formación era demostrar que las mujeres, incluidas las mujeres con discapacidad, podemos adaptarnos a los cambios. Si se nos ofrece la oportunidad, también podemos mejorar nuestras competencias digitales”, concluyó Laura.