Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

El cambio más importante tiene que producirse en la 'mente' de las personas. Historias de los niños trabajadores de Kirguistán en el cine

El Informe Mundial de la OIT “Intensificar la lucha contra el trabajo infantil”, presentado en mayo 2010 exhorta a “orientar mejor la labor de promoción” basándose en “colmar importantes carencias de conocimientos y recurrir en mayor medida a los medios de comunicación”. Esta historia muestra cómo un programa a pequeña escala pero exitoso de concienciación en un país de Asia Central pone en práctica este tipo de promoción.

Artículo | 11 de junio de 2010

OSH, Kirguistán (Noticias de la OIT) – Él viene todos los días antes del amanecer, tanto en el frío del invierno como en el calor del verano, para alquilar una carretilla. Su nombre es Umut, y vive en la ciudad de Osh en el Kirguistán meridional. Él es un 'tachkist' como son llamadas las personas que transportan productos desde y hacia los mercados.

A los 12 años, Unut es el único sostén económico de su madre con discapacidad, su hermana y hermano menor. Trabaja todo el día sin almorzar, interrumpiendo sólo para comer un pequeño bocado, sin alejarse nunca de la carretilla. “Si alguien la roba, tendré que pagarla, y es mucho dinero para mi”, explicó. Por su duro trabajo, Umat gana sólo entre 30 y 100 som, de 1 a 3 dólares al día.

Los niños trabajadores son muy solicitados en los mercados, como explicó un cliente, él prefiere contratar niños, 'porque cobran menos por el mismo trabajo'.

Umut forma parte de un 'ejército' de niños trabajadores en el Kirguistán de hoy. Durante el primer foro nacional sobre la situación de los niños en Kirguistán se dijo que uno de cada cinco niños en el país trabaja en las calles de 8 a 12 horas al día. Esta forma de trabajo infantil explotadora y peligrosa es un fenómeno relativamente nuevo, asociado con el colapso del modelo socialista de una economía planificada en los primeros años noventa del siglo pasado, y con cambios substanciales, a veces dramáticos, en el tejido social de la sociedad.

La utilización del trabajo infantil en un mercado comenzó con la emergencia y la expansión de 'chelnochestvo' (comercio ambulante). Un estudio, comisionado por el Programa Internacional para la Erradicación del trabajo infantil de la OIT (OIT-IPEC), dice que en los mercados de la capital Bishkek, 26,3 por ciento de los niños trabajadores estaban empleados en el transporte, carga y descarga de productos y equipaje. La misma situación se presenta en el bazar de Osh, donde 38 por ciento de los niños trabaja como cargadores.

Estos niños empujan pesadas carretillas o llevan en equilibrio sobre sus espaldas cajas o bultos pesados que muchas veces o están al límite de sus capacidades físicas, o las superan. De acuerdo con OIT-IPEC, la carga que un niño trabajador trasporta diariamente varía de acuerdo con la edad: de 30 a 500 kg para los de 11-12 años de edad, de 150 a 800 para los de 13-14 años de edad, y 250-800 para los de 15-16 años de edad.

El programa del Estado para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil en Kirguistán para 2008-2011 dice que en el país no existe un sistema de exploración médica para los niños trabajadores. En consecuencia, 40 por ciento de los niños entrevistados nunca se ha sometido a un examen médico.

Los médicos dan la alarma, señalan los efectos devastadores que este trabajo tiene sobre la salud de los niños. Los trastornos más frecuentes entre los cargadores de carretillas están la escoliosis y la deformación del tórax, hernias, además de problemas psicológicos graves. El estudio del IPEC muestra además que los cargadores de carretillas demasiado jóvenes sufren de dolores de cabeza, neurosis, desmayos y convulsiones.

“¿Que si estoy cansado? Claro que lo estoy. Y en la noche me duelen la espalda y las piernas”, se quejó Umt. “Pero mi mamá dice que el trabajo es bueno para mi, me hace más fuerte”. La madre de Umt no está preocupada porque su hijo no va a la escuela desde hace dos años. “Mi mamá dice que habló con los maestros y le prometieron que si lo necesitaba me darían un diploma”.

Es sorprendente, pero los muchos maestros de escuela perciben el trabajo infantil como una obligación en la vida de los niños y cierran los ojos frente a su ausencia a la escuela. “Casi todos mis alumnos trabajan, y apoyo esta actitud. Así aprenderán desde temprana edad lo que significa ganarse la vida”, dijo un maestro de una de las escuelas de Osh. IPEC estima que más de 40 por ciento de los niños trabajadores no asiste a la escuela y que 9 por ciento lo hace ocasionalmente.

“Este enfoque sobre la educación de los niños, que con frecuencia, percibe el trabajo infantil como algo normal para la sociedad, es muy común en el país”, explicó Amina Kurbanova, coordinadora del proyecto OIT-IPEC en Kirguistán. “Con frecuencia se considera un privilegio de los padres escoger este 'derecho formativo' para sus hijos. Para combatir el trabajo infantil con éxito, todavía tiene que producirse un cambio importante en la mentalidad y la conciencia de las personas”.

Cambiar la opinión de las personas sobre el problema del trabajo infantil a través de videos es el propósito del miniprograma OIT-IPEC lanzado en el Kirguistán meridional. El programa será complementado con un programa OIT-IPEC a gran escala para combatir las peores formas de trabajo infantil ya en curso en el país.

Se produjeron cuatro documentales de 15 minutos que muestran historias reales de niños trabajadores. Son niños y niñas de la comunidad que trabajan en la agricultura, cargan y descargan productos en los mercados, venden pequeños objetos en tenderetes portátiles, recogen botellas y aluminio. Los videos informan sobre las violaciones de los derechos de los niños por parte de los ciudadanos adultos, empresas y sociedades, y muestran las maneras para enfrentar el problema. Serán mostrados extensamente en la televisión y las escuelas.

“La voluntad política para proteger a los niños y para combatir el trabajo forzoso se refleja en el compromiso adquirido a nivel internacional por Kirguistán (el país ratificó los Convenios 138 y 182 de la OIT), y en las medidas legislativas y políticas introducidas desde la independencia”, dijo Constance Thomas, Directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT.

“Pero aún debemos enfrentar debilidades que obstaculizan las respuestas apropiadas a las peores formas de trabajo infantil, incluyendo la necesidad de aumentar la conciencia pública sobre trabajo infantil, sus implicaciones y consecuencias. Y es por esto que iniciativas de concienciación a pequeña escala, como la implementada en Kirguistán meridional, pueden tener un efecto a larga escala”.

Nota: La historia de Umt es el tema de un video OIT-IPEC que muestra los riesgos y peligros del trabajo infantil, y qué puede hacerse para abordarlo.