Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Trabajo infantil

Asegurar el futuro de los trabajadores infantiles en Malí

En Malí trabajan cerca dos de cada tres niños entre 5 y 17 años. Son más de tres millones de niños. Son pocos los que van a la escuela y 40 por ciento de los niños entre 5 y 14 años realizan tareas peligrosas. La situación de las niñas migrantes es causa de especial preocupación. OIT EnLínea informa.

Artículo | 7 de junio de 2010

MOPTI (Malí) – Apenas amanece, y ya hace mucho calor: más de 45 grados a la sombra. Fanta trabaja duro desde hace más de una hora.

Esta muchacha de 15 años tuvo que abandonar la escuela a los 12, cuando se preparaba para el examen de admisión al séptimo año. En cambio, sus padres la mandaron a Mopti, donde trabaja como doméstica en una pensión. Su jornada dura de las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche, sin descanso.

Su primera tarea al despertar es atravesar el amplio para sacar agua del pozo que fue excavado de nuevo hace poco. Debido a la gran sequía, se debe extraer el agua desde gran profundidad. Fanta lo sabe, ya que es la persona encargada de izar cinco baldes de agua con una cadena de 35 metros de largo.

Después tiene que barrer el patio, y preparar la comida para los ocho ocupantes de la casa. Una vez que los padres salen, puede comer mientras cuida de los dos niños más pequeños. Los niños más grandes van todos a la escuela. Cada día, cuando los ve alejarse con sus mochilas de tela llenas de libros, lamenta haber abandonado su educación.

El calor es cada vez más sofocante y hay pocos lugares a la sombra. Antes de mediodía, Fanta tiene que lavar la ropa y preparar el almuerzo, todo sin perder de vista a los niños. Sus días son muy, muy largos.

Fanta espera con impaciencia la noche. Desde las 9 p.m. hasta medianoche puede asistir a un encuentro en el centro AVES (Avenir Enface Sahel). Esta noche, se reunirán más de 40 niñas, todas trabajadoras domésticas. La más joven apenas tiene 7 años.

Cientos de niños y jóvenes han migrado a la ciudad de Mopti y están sometidos a una vida similar, hecha de largos y tediosos días de trabajo.

La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) implementó hace poco el programa AVES para cambiar esta situación e intentar mejorar las condiciones de estos niños. “A través de este proyecto, aprendí a leer, pero además me ha enseñado otras cosas sobre la vida de todos los días, como la importancia de lavarme las manos antes de las comidas o después de ir al lavabo para evitar la difusión de enfermedades”, dijo Fanta.

En 2009 se realizaron más de 900 reuniones sobre varios temas como formación, salud reproductiva, VIH/SIDA, explotación sexual y las consecuencias de la migración.

Se ha observado que con frecuencia las niñas son víctimas de todo tipo de abusos. El programa AVES ha manejado 70 casos. La mayoría sobre cuestiones de salarios no pagados, mientras que otros tienen que ver con embarazos no programados y un caso de violencia sexual.

“Cubrimos el costo de los tres embarazos. Desafortunadamente, los padres de la niña víctima de violencia decidieron resolver el asunto de manera amistosa”, explicó Moussa Hamidou Traoré, jefe del programa AVES.

Gracias al programa, se han establecido nuevos centros, equipados con materiales escolares básicos (cuadernos, bolígrafos, bolsos, folletos, tizas, pizarra, etc.). Son espacios de acogida y apoyo, donde se imparte alfabetización, formación, y a veces hasta cura. Allí se llevaron a cabo las reuniones de alfabetización, después de las cuales algunos de los niños obtuvieron ayuda para regresar a sus aldeas de origen.

De acuerdo con Moussa Hamidou Traoré, son muchos los desafíos: el gran número de niñas que acuden al centro, las condiciones de trabajo y vida a las cuales están sometidas por sus empleadores, los costos de la matrícula escolar y los obstáculos burocráticos que se oponen a que las niñas obtengan un seguro de salud mutualista.

En Malí se han beneficiado de los programas de acción de la OIT más de 50.000 niños, de los cuales más de 35.000 son niñas,. Se instauraron sistemas de escolaridad gratuitos para los niños de las zonas agrícolas, alejándolos por lo tanto de un ambiente de trabajo peligroso sin agregar una insostenible carga financiera para sus padres.

En Malí, IPEC de la OIT hizo posible que los niños que trabajan lavando oro asistieran a clases de alfabetización o, que los más grandes aprendieran oficios menos peligrosos, como la carpintería.

Uno de los objetivos centrales de las actividades de IPEC en Malí es incluir el trabajo infantil en las estrategias de desarrollo y lucha a la pobreza. Este enfoque acaba de ser fortalecido por la reciente adopción en Malí de un Marco Nacional sobre la Eliminación del Trabajo Infantil. Su objetivo es erradicar las peores formas de trabajo infantil en el país para 2020.

El proceso supone dos partes: la primera, tiene como meta eliminar las peores formas formas de trabajo infantil para 2015 (en correspondencia con el objetivo del resto del continente africano). La segunda fase, de 2016 a 2020, se concentrará en la eliminación de todas las formas ilegales de trabajo infantil en Malí.

“Si bien es innegable que han sido alcanzados resultados estimulantes, que los proyectos piloto nos muestran que efectivamente podemos luchar contra el trabajo infantil, que las mentalidades evolucionan y que el gobierno está cada vez más involucrado, la pobreza sigue siendo uno de los principales problemas. La lucha contra el trabajo infantil en Malí debe continuar, e incluso intensificarse”, dijo Constance Thomas, Directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC).