Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

De la plantación al aula de clase: la travesía de un niño para salir del trabajo infantil

La comunidad internacional ha logrado progresos importantes en la erradicación del trabajo infantil. La Organización Internacional del Trabajo reconoce que la eliminación de las peores formas de trabajo infantil puede ser alcanzada, aunque el camino es arduo y aún queda mucho por hacer. En el Día mundial contra el trabajo infantil de este año, la OIT destaca el papel de la educación como la respuesta acertada al trabajo infantil.

Artículo | 9 de junio de 2008

REPÚBLICA DOMINICANA (OIT EnLínea) – Rafaelito tenía cinco años cuando comenzó a trabajar en una plantación en el sur de República Dominicana, sembrando y cosechando vegetales. Junto a su hermano mayor, trabajaba bajo el sol implacable más de 12 horas al día agachado sobre el terreno fangoso, plantando semillas y recogiendo tomates y otros vegetales.

“Ganábamos entre cinco y nueve dólares a la semana”, recordó Rafaelito. “Algunas veces la única paga que recibía mi hermano era una paliza del capataz porque no le obedecía”.

Así fue la vida de Rafaelito durante cuatro años. El capataz lo recogía al amanecer y lo llevaba de vuelta al hogar después de las seis de la tarde. De su paga semanal le deducían el costo del almuerzo que consumía en la plantación.

Cuanto tenía nueve años, su familia decidió mudarse a la capital de la provincia de Azua, en el sur de República Dominicana. Los nuevos vecinos y familiares convencieron al padre de Rafaelito de que lo enviara a la escuela.

No era fácil. Como nunca había asistido a la escuela y no sabía leer ni escribir, comenzó con un grupo de niños mucho más pequeños que él.

“Los otros niños se burlaban de mí porque yo era mucho mayor. Sentía vergüenza y me aislaba. Además, faltaba mucho a las clases, porque tenía que ayudar a mi padre a vender los productos que compraba en el mercado. Así se ganaba la vida”.

Rafaelito se esforzó durante tres años, recibía bajas notas y aprendía poco. Quería ir a la escuela pero la realidad de la vida lo apartaba de los estudios.

Estaba por abandonar la escuela cuando se acercaron a él los miembros del Programa de Acción para la Prevención y la Erradicación del Trabajo Infantil en la Agricultura, una iniciativa local financiada por el Departamento del Trabajo de los EE.UU. y apoyada por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) (Nota 1), de la OIT.

“Una de las señoras del programa habló con mi padre y le explicó los motivos por los cuales mis hermanos y yo deberíamos estudiar en vez de trabajar”, dijo Rafaelito.

Su padre decidió adherir al programa y Rafaelito y sus hermanos recibieron lecciones de recuperación para llevarlos al nivel de otros estudiantes de su edad. “Los maestros eran muy pacientes y amables. Gracias a esas lecciones especiales, pude pasar al siguiente grado”.

“Dejar el trabajo por educación no es fácil, pero es la única manera que los niños tienen para progresar en la vida, aunque el trabajo produce dinero y la educación no”, dijo Rafaelito, mientras reflexionaba sobre el tema de este año del Día mundial contra el trabajo infantil que tiene el objetivo de aumentar la concientización acerca del papel de la educación como respuesta al trabajo infantil.

Garantizar que los niños asistan a la escuela, no es el único desafío, también es necesario que no se vean obligados a regresar a trabajar. La historia de Rafaelito es un buen ejemplo. Para evitar que se viese forzado a volver a situación anterior, el programa ofreció a su padre un micro crédito bajo la condición que mantuviese a sus hijos en la escuela.

“Mi padre utilizó el dinero del micro crédito para comprar una motocicleta. Con ese medio de transporte, podía comprar los productos en el mercado y venderlos sin nuestra ayuda. Así nosotros teníamos tiempo para estudiar, practicar deporte y hacer otras cosas que se supone los niños deberíamos hacer”, dijo Rafaelito.

La OIT y otras agencias de las Naciones Unidas están a la vanguardia en la lucha contra el trabajo infantil y reconocen la importancia del papel desempeñado por la educación para el logro de este objetivo.

La eliminación del trabajo infantil no fue incluida de manera explícita en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) establecidos en el año 2000, pero sí la de lograr la educación primaria universal.

Desde el año 2000, un grupo interinstitucional integrado por diversas agencias como OIT, UNESCO, UNICEF, el Banco Mundial y la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, se ha reunido todos los años, y en noviembre 2005 se estableció el Grupo de trabajo mundial sobre trabajo infantil y educación para todos (GTF) (Nota 2).

En la actualidad, Rafaelito tiene 18 años, continúa estudiando y sigue cursos sobre administración de hoteles para tener en el futuro un trabajo decente en la industria del turismo, un evidente progreso para alguien que de otra manera habría pasado su vida agachado sobre fangosas plantaciones.

“La educación contribuye a la construcción de un entorno de protección para todos los niños, y es el mecanismo para crear oportunidades, que es el núcleo de la definición de desarrollo”, dijo Patrick Quinn, Especialista técnico principal del programa IPEC de la OIT. “El trabajo infantil es también uno de los principales obstáculos para que los niños asistan a la escuela a tiempo completo. Esto debe cambiar, y la historia de Rafaelito es un perfecto ejemplo de cómo puede lograrse”.

Los periodistas interesados en ésta y otras historias relacionadas con el Día mundial contra el trabajo infantil de este año pueden contactar el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) al +4122/799-8181 o ipec@ilo.org


Nota 1 - La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance. Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, 2006, Oficina Internacional del trabajo, Ginebra.

Nota 2 - Reaching the unreached: Our common challenge. Global Task Force on Child Labour and Education for All (GTF). Alcanzar los excluidos – Nuestro desafío común – Grupo de trabajo mundial sobre trabajo infantil y educación (GTF). /ipecinfo/product/viewProduct.do?productId=5384