Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Esperanza para los restavecs de Haití: Cooperación Sur-Sur contra el trabajo infantil

A unas 600 millas de la costa de Florida y a sólo dos horas de avión desde Miami, Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, y allí viven aproximadamente 300.000 niños trabajadores. El gobierno de Brasil presentó el mes pasado un programa para luchar contra el trabajo infantil en ese país que será coordinado por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (OIT-IPEC). El programa es parte de una importante iniciativa que tiene el objetivo de promover la cooperación Sur-Sur en la lucha contra el trabajo infantil en el mundo.

Artículo | 1 de febrero de 2008

PUERTO PRÍNCIPE (OIT EnLínea) – “Mi día comenzaba a las 5.30 de la mañana y terminaba cuando se acostaba el último adulto... trabajaba 7 días a la semana sin recibir paga alguna y sin tiempo para jugar... por cualquier pequeña infracción, como no contestar de inmediato cuando me llamaban, me pegaban sin piedad”, contó Jean-Robert Cadet, quien cuando niño fue trabajador doméstico, durante una lectura pública realizada en la sede de la OIT en 2002.

Jean-Robert Cadet era un restavec en Haití durante los años ’60, y con suerte logró escapar de su esclavitud doméstica cuando sus empleadores se mudaron a Estados Unidos.

La traducción literal de término Creole restavec significa “estar con”. Durante generaciones enviar los niños a trabajar en los hogares de familias más ricas ha sido la última y desesperada solución para las familias pobres en Haití. Los padres los mandan a estar con y trabajar para otras familias en cambio de la promesa de una vida mejor.

Cuando 40 años más tarde Jean-Robert Cadet visitó su país natal como fundador de la Fundación de Niños Restavec que ayuda a los niños ex esclavos en las calles de Puerto Príncipe, vio que todavía había niños vestidos con harapos que “cruzaban la calle de la mano de niños en uniformes perfectos. Los que visten harapos son restavec que deben regresar a sus labores como esclavos domésticos después de escoltar a los hijos de las familias ricas a la escuela”.

Muchos de los cerca de 300.000 niños trabajadores de Haití trabajan en el servicio doméstico. Estos niños restavec no reciben salario, no tienen documentos ni protección. Con frecuencia son víctimas de abuso físico, emocional y sexual. No tienen acceso a la educación y sufren muchas enfermedades físicas como consecuencia de la negligencia.

Niñas y niños comienzan a trabajar muy jóvenes para contribuir con sus familias. Niños y adolescentes van al trabajo junto a sus padres, trabajan con sus hermanos o por cuenta propia. Las escuelas disponibles con frecuencia están en ruinas, carecen de infraestructura básica necesaria, desde el techo a los baños.

Pero desde que Jean-Robert Cadet visitó la OIT en 2002 algo está comenzando a cambiar. El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (OIT-IPEC) ha estado involucrado en la prevención y erradicación del trabajo infantil en Haití desde 1999, incluyendo el trabajo doméstico de los niños.

“Los esfuerzos de OIT-IPEC han llevado a la discusión pública la necesidad de erradicar las peores formas de trabajo infantil en el país, y esto incluye el trabajo doméstico. Con la ratificación del Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, el gobierno de Haití se comprometió a prevenir y eliminar las peores formas de trabajo infantil”, dijo Geir Myrstad, responsable de la sección apoyo a los programas, informes y planificación de recursos del IPEC (PSRRP).

En diciembre, el gobierno de Brasil presentó un nuevo proyecto coordinado por OIT–IPEC para apoyar al gobierno de Haití así como a sus organizaciones de trabajadores y empleadores a progresar de manera tangible en la abolición efectiva del trabajo infantil.

“El proyecto realizará acciones directas para integrar 200 niñas y niños trabajadores a la educación primaria para garantizar que no trabajen como esclavos domésticos o en cualquier otro tipo de actividad peligrosa. Durante todas las fases del proyecto se pondrá especial atención a las circunstancias particulares de las niñas ya que tienen tres veces más posibilidades de ser convertirse en restavec que los niños”, explicó Myrstad.

El proyecto apoyará la reestructuración de las aulas y dará material didáctico e instrumentos para aumentar el acceso de los niños a una escolaridad decente. Además, cuando será posible, ofrecerá a los padres formación y/o alternativas para la producción de ingresos.

Cooperación Sur-Sur contra el trabajo infantil

La estrategia del proyecto se basa en los principios de la cooperación Sur-Sur, orientada a compartir buenas prácticas y lecciones aprendidas, así como a transferir y adaptar experiencias exitosas desarrolladas por el gobierno y la sociedad civil de Brasil para combatir el trabajo infantil, que han sido implementadas en el país con el apoyo de OIT-IPEC.

Durante las últimas décadas, Brasil ha experimentado y consolidado buenas prácticas en la lucha contra el trabajo infantil que tienen el potencial de ser compartidas con otros países. Se espera que los expertos de ese país lleven a cabo misiones para la formación, fortalecimiento de las potencialidades y planificación de los procesos en Haití. El hecho que Brasil conduzca la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas ofrece una ventaja comparativa y la continuación de una presencia ya existente dedicada a asuntos de paz/seguridad y humanitarios.

Brasil inició sus programas de cooperación Sur-Sur en el ámbito del trabajo infantil en 2006, al financiar un proyecto para combatir las Peores Formas de Trabajo Infantil en los países de habla portuguesa en África. Con este proyecto, Brasil se convirtió en el primer país en desarrollo en ofrecer fondos para los programas de cooperación técnica OIT-IPEC.

En diciembre del año pasado, Brasil y la OIT presentaron una nueva iniciativa mundial para promover proyectos específicos de cooperación Sur-Sur y actividades que contribuyan de manera eficaz con la prevención y eliminación del trabajo infantil, en particular en sus peores formas.

El objetivo de esta iniciativa OIT-Brasil es crear un foro para la cooperación Sur-Sur en la lucha contra el trabajo infantil, e incluye grupos regionales como el Pacto Andino, Mercosur, CPLP (Comunidad de países de lengua portuguesa), y la iniciativa trilateral India-Brasil-Sudáfrica (IBSA) para fomentar la cooperación horizontal entre países al compartir experiencias exitosas en la lucha contra el trabajo infantil.