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Niñas en la minería, invisibles

Un nuevo informe de la OIT muestra que no sólo hay menores obligados a trabajar en las minas, sino que además muchos son niñas. Este es una de las peores formas de trabajo infantil: las niñas corren el riesgo de lesiones permanentes debido a las pesadas rocas que deben cargar y a causa de los efectos dañinos a los nervios por la contaminación con mercurio. OIT EnLínea informa.

Artículo | 13 de septiembre de 2007

GINEBRA (OIT EnLínea) – La historia de Hadiza no es una excepción, pero su desenlace es más feliz que el de otras. A los siete años de edad, la niña y su familia llegaron a Komabangou, Níger. Junto a sus hermanos y hermanas mayores tuvo que trabajar en el lavado del oro y en la remoción de los escombros de la mina.

La niña recuerda su rechazo a este tipo de trabajo.

“Una niña no está hecha para el trabajo en la minería del oro”, dijo en la historia narrada en uno de los estudios para un nuevo informe de la OIT (Nota 1) sobre las niñas en la minería titulado Girls in mining: Research finding from Ghana, Niger, Peru and the United Republic of Tanzania (Niñas en la minería: Estudio en Ghana, Níger, Perú y la República Unida de Tanzania). “Cuando trabajaba logré escapar dos veces y esconderme en la familia de uno de mis amigos pero ambas veces me llevaron de regreso con la mía”.

De acuerdo con el estudio no todas las niñas que realizan labores en la explotación minera en pequeña escala son tan afortunadas como Hadiza. Una enfermera que había visitado a Hadiza advirtió que si la niña continuaba trabajando se sofocaría por asfixia y moriría a causa del asma. El padre entendió el riesgo y prohibió a todos sus hijos trabajar en las minas de oro. Mientras tanto, en 2006 el gobierno decretó ilegal el trabajo de niñas menores de 16 años en la extracción y el procesamiento del oro.

“Hoy, además del trabajo doméstico, no tengo nada más que hacer”, dijo Hadiza. “Al menor de mis hermanos y a mi nos inscribieron en la escuela”.

La historia de Hadiza hizo salir a la luz un problema oculto – el uso de niñas en la explotación de minas en pequeña escala – que captó la atención de la OIT y fue hecho público por primera vez durante la Conferencia sobre comunidades y minería artesanal y explotación minera en pequeña escala (CASM) que se llevo a cabo en Ulaanbaatar, Mongolia, del 7 al 12 de septiembre de 2007. CASM es presidido por el Departamento de Desarrollo Internacional del Gobierno del Reino Unido y tiene su sede en el Banco Mundial en Washington D.C.

El informe no sólo arroja luz sobre el tema, muestra además cómo la cooperación entre el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT y las autoridades locales permite comenzar a enfrentar el tema de las niñas en la explotación minera de pequeña escala y a hacer algo al respecto.

El nuevo estudio de la OIT realizó investigaciones en Ghana, Níger, Perú y la República Unida de Tanzania en 2006. Los investigadores encontraron que las niñas – algunas veces de sólo 10 años – están expuestas a muchos peligros en la explotación minera de pequeña escala, desde desprendimiento de rocas, sofocación a causa del polvo, accidentes provocados por herramientas pesadas demasiado grandes para ser utilizadas por ellas y a su vibración constante y el ruido, hasta a químicos tóxicos como el mercurio.

El informe dice también que las niñas realizan además tareas como transportar y cargar los alimentos, provisiones, agua y rocas, y asistir a sus madres en la preparación de la comida y bebidas. Para llegar hasta los consumidores en las minas, ellas deben atravesar terrenos peligrosos que pueden estar expuestos a derrumbes, a contaminación por mercurio o contener fragmentos afilados de rocas.

En Perú, es común que las niñas trabajen en bares y restaurantes que sirven a la comunidad de mineros. Algunas niñas trabajaban hasta 12 horas al día y desde la edad de 10 ó 12 años. En algunos casos, el trabajo en los bares puede llevar al trabajo sexual o al abuso sexual por parte de los clientes y empleadores, dice el informe.

El informe de la OIT demuestra que las niñas en el ambiente minero son vulnerables al acoso y abuso sexual. La explotación comercial del sexo de las niñas y las mujeres es evidente en todos los países estudiados. Por ejemplo, en la zona minera de Mirerani en la República Unida de Tanzania, 85 de las 130 niñas entrevistadas dijo que había llegado a algún tipo de trabajo del comercio del sexo debido a la cercanía de la actividad minera.

Poca comprensión del tema

El nuevo estudio de la OIT pone en discusión la idea general sobre el papel del género en las comunidades de explotación minera de pequeña escala. Demuestra que las niñas realizan con frecuencia tareas tan peligrosas como las que realizan los niños, trabajan más horas, con una carga de trabajo más grande y tienen menores oportunidades de escolaridad, de salir de esa situación o de rehabilitarse.

De acuerdo con el estudio, las niñas entre 12 y 17 años de edad en algunas minas de pequeña escala en la República Unida de Tanzania trabajan entre 42 y 70 horas por semana en el comercio de piedras preciosas. Los niños también realizan esta actividad pero con la tendencia a ser mayores (más de 15 años) y a trabajar un número menor de horas (entre 28 y 52).

Aún cuando se elaboran proyectos sobre el trabajo infantil, las niñas son ignoradas.

“La poca comprensión del tema se traduce en una pobre intervención”, explicó Susan Gunn, experta en trabajo infantil de la IPEC que comisionó el informe. “Las políticas y programas de acción que se dirigen a la explotación minera de pequeña escala ignoran el hecho de que hay niños expuestos a los mismos riesgos o a peligros mayores que los adultos... y que muchos de estos menores son niñas... Como consecuencia, las niñas no obtienen los beneficios del apoyo social que ofrecen los programas”.

Es más, las mujeres y las niñas en la explotación minera de pequeña escala mantienen una doble presencia alrededor de la mina ya que se ven obligadas a trabajar para contribuir con el tambaleante ingreso familiar y están atrapadas en las tareas del hogar cuando regresan de la mina.

“Es natural que las niñas y los niños hereden el papel de género de las mujeres y hombres adultos”, dijo Susan Maybud, especialista de género que trabaja para la Oficina de Género de la OIT. “Desde que son jóvenes las niñas sufren de la doble carga de un trabajo cada vez más peligroso y arduo y de las responsabilidades domésticas del hogar. Los peligros y riesgos del trabajo de las mujeres y las niñas deben obtener el mismo reconocimiento que el de los hombres y niños”.

A pesar de la amplia difusión de casos como éste, el informe de la OIT también ve una luz al final del túnel. El estudio dice que la eliminación del trabajo infantil de la explotación minera en pequeña escala es posible a través de políticas adecuadas y su aplicación en donde se detecta el problema, cambios en la tecnología, asistencia a los mineros adultos para que mejoren sus ingresos a través del aumento del precio de sus productos, mejoras en los servicios básicos y concientización de los padres y de los propietarios de las minas sobre los peligros para los niños.

Por ejemplo, en Santa Filomena, Perú, fue instalada una planta de procesamiento moderna que eliminaba por completo el trabajo infantil (Nota 2). De 2000 a 2004, IPEC apoyó tres iniciativas preventivas en las comunidades mineras de Perú, y unió sus esfuerzos a los de las asociaciones de mineros para la generación de cambios políticos a nivel nacional.

En los yacimientos de Komabangou y Mbanga en Níger también hay ejemplos del progreso que se puede alcanzar contra el trabajo infantil en la minería. En 2006, el gobierno estableció que era ilegal el trabajo en la extracción y procesamiento del oro para las niñas menores de 15 años.

Gracias a la estrecha cooperación entre IPEC y el gobierno, se ofrecen alternativas educativas y los padres y empleadores fueron sensibilizados sobre los peligros del trabajo infantil. El enfoque está funcionando, ya que al parecer ni siquiera una niña menor de 15 años en una población de 50.000 personas trabaja en actividades de minería, dice el informe.

“Estos proyectos demuestran que es posible combatir con éxito el trabajo infantil en la minería”, dijo Susan Gunn. “Es necesaria la sensibilización a gran escala de los peligros del trabajo infantil, la colaboración entre el Estado y la sociedad civil para la aplicación de las leyes contra el trabajo infantil, medidas para mejorar las condiciones de trabajo en la industria minera, oferta de educación gratuita y de calidad y la vigilancia estrecha de los niños en riesgo”.


Nota 1Girls in mining: Research finding from Ghana, Niger, Peru and the United Republic of Tanzania (Niñas en la minería: Estudio en Ghana, Níger, Perú y la República Unida de Tanzania), Oficina para la Igualdad de Género, Programa Internacional sobre la Eliminación de Trabajo Infantil, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2007.

Nota 2 – Vea OIT EnLínea (4 de mayo 2006): "Trabajo Infantil en América Latina: El día que cambió la vida de Braulio" en: /global/About_the_ILO/Media_and_public_information/Press_releases/lang--es/WCMS_069182/index.htm