Día Internacional de los Pueblos Indígenas

El trabajo decente como vector de justicia económica y social para los pueblos indígenas y tribales

"Para superar los desafíos que nos esperan, debemos actuar todos juntos construyendo puentes y reforzando las alianzas de colaboración, garantizando la igualdad de acceso a la educación y, lo que es más importante, empoderando a los pueblos indígenas y tribales a través del trabajo decente," dice el Director General de la OIT Guy Ryder.

Declaración | 9 de agosto de 2016
Este Día Internacional de los Pueblos Indígenas es el primero que se celebra tras la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Son dos logros extraordinarios y determinantes que han permitido encauzar la comunidad internacional por una vía que será determinante para acabar con la pobreza y proteger el planeta.

En la Agenda 2030 se hace la promesa de que “nadie se quedará atrás”, lo cual significa que debemos prestar una atención particular a los pueblos indígenas y tribales –y sobre todo a la mujer- en nuestros esfuerzos por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los pueblos indígenas y tribales son particularmente vulnerables a la discriminación y la exclusión. Se enfrentan con problemas específicos de acceso a una educación de calidad, a oportunidades de trabajo decente, a apoyos que favorezcan las actividades generadoras de ingresos, y a protección social. También son una de las poblaciones más afectadas por los efectos del cambio climático y la expropiación de sus tierras.

El Programa de Trabajo Decente de la OIT y sus cuatro pilares, a saber, el diálogo social, los derechos de los trabajadores, la protección social y el empleo, confieren al mundo del trabajo un papel central en la búsqueda de soluciones para los problemas sociales, económicos y ambientales.

Debemos velar por que los pueblos indígenas y tribales puedan realizar todo su potencial como asociados y hacer realidad la promesa de un desarrollo económico sostenido, inclusivo y sostenible.

El acceso al trabajo decente significa que millones de mujeres y hombres indígenas de todo el mundo se convertirán en agentes del cambio, no sólo para asegurar sus propios medios de vida y cubrir sus necesidades, sino también para preservar sus recursos naturales. Esto contribuirá a los esfuerzos colectivos de todas las partes interesadas por crear sociedades prósperas y pacíficas respetuosas del medio ambiente y activas contra el cambio climático.

El Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169) de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU resaltan el derecho de los pueblos indígenas de participar en la toma de decisiones que los afectan directamente. Ahora es esencial establecer mecanismos sólidos y eficaces para institucionalizar el diálogo, la consulta y la participación de modo que los pueblos indígenas y tribales puedan hacerse escuchar y que sus contribuciones sean tomadas en cuenta.

Ahora bien, está claro que no será una tarea fácil. Para realizarla será necesario que todos los actores clave actúen de consuno: las autoridades públicas, las organizaciones de empleadores y de trabajadores, las instituciones representativas de los pueblos indígenas y tribales y la sociedad civil. La OIT, con sus convenios internacionales y sus mecanismos de control, está preparada para colaborar con las Naciones Unidas y sus asociados para el desarrollo, a fin de apoyar este diálogo social y contribuir a la puesta en práctica de las conclusiones vitales que resulten de él.

Para superar los desafíos que nos esperan, debemos actuar todos juntos construyendo puentes y reforzando las alianzas de colaboración, garantizando la igualdad de acceso a la educación y, lo que es más importante, empoderando a los pueblos indígenas y tribales a través del trabajo decente.